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Presentación de obra

He reunido, para esta presentación, los registros de cinco obras físicas (hechas en carbón sobre papel) acompañadas de imágenes extraídas de los procesos de composición, y que fueron usadas como material de edición para cortos videos derivados. Las obras “Charcoal Alchemy”, “¿Quién Desciende?” y “En Tela de Juicio”, hacen parte del proyecto llamado Simultaneidad y sucesión; las obras Personajes escritos y Personajes escritos (interacciones), forman parte de la serie titulada Escritura con figuras. Aunque estas obras están en proyectos diferentes, hacen parte de la misma tentativa por vincular la imagen resultante al proceso que la materializa. A su vez, los videos son obras autónomas, es decir, son independientes del hecho material de los trabajos presentados.

Resulta difícil, e incluso pretencioso, intentar situar el propio trabajo, hablar en primera persona y hacer una declaración de autor; muchas veces, en el contexto de la producción plástica y visual, el lenguaje lógico discursivo llega tarde para entender lo que ocurrió, en gran parte, sin su ayuda.  No obstante, una reflexión y una descripción del método darán claridad a la intención consciente que antecede a toda tentativa, al proceso de trabajo, y dan un contexto al posible espectador.

En el trabajo artístico, en términos generales, está la materia, soporte de toda imagen, y está la está la idea o intención (que es el reino de la elección, o el de lo que quiere y valora cada autor). Con estas dimensiones se esbozan dos caminos relativos a la formación de las imágenes. En el primero, la idea se impone dando forma a la materia (es camino de la representación); en el segundo, es la materia la que, con una vida propia, determina movimientos en los que las ideas participan como en una suerte de sociedad. Acá, la forma queda vinculada a los procesos abiertos y al camino de la experimentación. Estas dos dimensiones, hoy, son como polos en tensión. La intención orienta (para bien o para mal) y la experimentación nos da un mundo abierto de procesos elocuentes que hay que aprender a escuchar y decantar. Ante cada imagen nos preguntamos ¿qué es lo que está en juego?

No parto de imágenes ni de ideas que determinen el desenlace de una obra. Pienso en relaciones o situaciones vividas entre personajes dentro de contextos generalmente urbanos; con éstas, visualizo poco a poco posibles escenas y acciones, que forman un amasijo de visiones mientras permanecen en la cabeza y en el corazón, pero que al pasar al acto del dibujo y de la mancha, desencadenan el juego de la imaginación y la concreción de una visión. Como en el acto de escribir, a veces se avanza ignorando e invocando la idea que vendrá, pero se la reconoce y se la fija en el momento en el que hace su aparición. En mi proyecto, compuesto por obras físicas y cortos videos, presento lugares indiferenciados y personajes anónimos que cuentan historias en las que la forma y el espacio, lo abstracto y lo figurativo, lo permanente y lo fugaz son protagonistas: éstos, al entrar en relación, vinculan el proceso al resultado y dan, a cada imagen, el carácter vivencial de una obra en desarrollo, que avanza al unísono de la imaginación, la memoria y el automatismo de la mano en movimiento.

Sin referencias visuales definidas (aparte de algunos bocetos iniciales), mi punto de partida está dado por el plano en blanco (el papel), el medio material (carbones vegetales) y una idea inicial, que es una intención consciente relativa a una historia por contar. El plano en blanco permanece presente hasta el final, como el silencio detrás de la elocuencia de cada forma. Éste es como el encuadre de una escena, aún virtual, que abre el espacio del acontecimiento que ahí tendrá lugar. El carbón vegetal es el material que me ha permitido integrar espacios, figuras y superponer la imagen simultánea con la imagen sucesiva. El sustrato se integra al desarrollo de la imagen, pues, con su maleabilidad, lugares e individuos de carbón (creados con manchas, trazos, puntos, líneas y borrones), advienen como seres que se forman, se transforman, aparecen y desaparecen. Hago registros fotográficos del proceso en función de la composición de videos de muy corta duración, que llamo “video-minutos”, con éstos aparecen de nuevo los momentos borrados y se hace de las obras resultantes puestas en escena de carácter temporal, como imágenes que podrían continuar 

Breve descripción de las obras presentadas

Charcoal Alchemy comienza con un diálogo entre dos personajes hechos con manchas de carbón. Éstos se señalan, por turnos, como tomando su momento de hablar, y hacen que el otro se transforme como por efecto de un hechizo. La conversación avanza y las figuras cambian y se replantean, pasando por formas animales, por diferentes identidades, hasta que poco a poco aparece un tercer personaje que logra hacer de esta situación irreal, una normal (la de tres individuos reunidos) en la que ha terminado el proceso de transformación.  Ver video 

¿Quién desciende? comenzó con una mancha de carbón en forma de anillo, de la que emergieron y se diferenciaron, poco a poco, varios personajes que tienen su atención en el centro del círculo, como anticipando algo, que se demoró en aparecer. Poco a poco definí un grupo de espectadores que, indecisos, hablan, se acercan o se alejan de este centro, que permaneció vacío, hasta el planteamiento de un paso al nivel subterráneo, como un portal, y ahora suspendidos deben tomar la decisión de bajar.

En Tela de Juicio hace parte de una serie de imágenes  en las que figuras blancas, como cuerpos desnudos, se paran frente a grupos de personas, vestidas y de negro. En este caso, en un fondo de líneas y manchas negras, una forma blanca define paulatinamente el primer plano. Atrás, se forma un grupo de espectadores con una ambigua participación en la escena. Poco a poco, en el centro de ese semicírculo de mirones, dos personajes, cuyo papel queda abierto a la interpretación, quedan en tela de juicio. Al mismo tiempo, la escena se desvanece, los personajes se vuelven manchas y el juicio se diluye. Ver video 

La idea inicial de Personajes Escritos fue la referencia a la aparición histórica de la escritura, la cual integró ideas con imágenes, dispuestas en planos, con los que se perpetuó la memoria. La escritura, en el campo del lenguaje discursivo, combina unidades significativas (letras, palabras, frases, etc.) sujetas a procesos de elección, dando forma a ideas que, necesariamente, se transforman a medida que avanzan. En este caso el plano fue tratado como una página por llenar, ahí, agregando y quitando, con manchas y borrones, se formaron las figuras de individuos dispuestos en filas y columnas, que fueron variando, hasta dar a ver  acciones, actitudes e interacciones que se articulan como signos por interpretar. Ver video